No es que sea un sitio disfrutado por miles de turistas, ni un territorio naturalmente hospitalario en cuanto a clima y exuberancia. Son 650.000 kilómetros cuadrados de arena, una extensión más amplia que todo Afganistán y que menciono como una curiosidad entre los sitios extremos de nuestro planeta. Un “mar” con tanta arena en la península arábiga, que la región ha sido una de las más extensamente secas, deshabitada e inexplorada del mundo, la mayor superficie de arena continua en el mundo:
En verano, las temperaturas pueden alcanzar hasta 55 grados C, y ni siquiera los beduinos se le han atrevido por miles de años. La desertificación ha avanzado a lo largo de milenios, haciéndolo cada vez más desprovisto de vida (aunque incluso se puedan encontrar arácnidos, roedores o plantas), tanto como para llamarse literalmente “cuarto vacío“, o más precisamente, desierto de Rub al-Jali o al Rab al Khali.
Se encuentra integrando el llamado desierto de Arabia, la mayor parte meridional de la península arábiga entre Omán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Yemen. Apenas fue explorado recientemente, y ha disparado leyendas basadas en huellas certeras como la perdida ciudad de Ubar o Iram. Lo que sigue es tan sólo una selección de imágenes con el rol protagónico de la arena en solitario, un intento de ilustrar la inmensidad de lo más parecido a la nada misma que podremos encontrar en el planeta, en dimensiones desproporcionadas:
(Líneas de arena esculpidas por el viento, un paisaje propio de los mares de arena como el de Rub al Khali, el desierto más grande de éste tipo. En el centro se ve la cresta de una montaña tan alta como para interrumpir el flujo de las líneas de arena)
Sólo como curiosidad adicional, en Rub al-Khali, o debajo de ese mar de arena, descansa una de las mayores reservas de combustibles fósiles del planeta. El área se puede visitar a través de excursiones guiadas en donde la orientación a falta de buenas referencias, queda en manos de un GPS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario